sábado, 18 de diciembre de 2010

Why are you serious?

Son las 00:25 de la noche, no tengo sueño y tengo mucho frío en las manos. Por una razón extraña, llámalo x, en la única zona del cuerpo que siento de verdad frío es en la manos.

He decidido abrir un blog. No sé de qué va a tratar, ni que voy a poner. Simplemente me voy a relajar y voy a escribir de aquello que me dé la gana. No espero que os guste, ni tampoco que lo vea todo el mundo, me da igual las visitas, pero quiero que sea mi medio de expresión. Con eso me basta.

En primer lugar me gustaría presentarme. No me gustan las presentaciones de ningún tipo, primero: son muy aburridas y segundo: eso ayuda a catalogar a las personas. No hay cosa peor en este mundo que las etiquetas. Pero esto no quiere decir que yo no lo haga. Posiblemente sea el primero que ponga, inconscientemente, etiquetas a todo. Soy un mundo plagado de defectos.

Me llamo Miguel, tengo 16 años y estudio 2º de Bachillerato en la ciudad donde nací y vivo (de momento): Valencia. Para describirme necesitaría, por lo menos, doce páginas. Mi manera de ser es caótica, loca y divertida (o al menos se intenta). Me encanta reír y disfrutar de la vida porque el mundo, en general, no para de ponernos baches y veo estúpido que nosotros mismos tiremos piedras a nuestro propio tejado. También soy una persona que por cual mísera tontería no para de darle vueltas a ello hasta que el problema en sí pierde toda su lógica y sentido. Puede llegar a ser increíble. Odio despertarme por las mañanas a estudiar, o en definitiva: odio madrugar. Me encanta dormir y, sobretodo, me encanta soñar. Soñar con algo que nunca pasará pero que me hace increíblemente feliz y hace que nunca quiera despertar. Me gusta relacionarme con la gente, conocer a cualquier tipo de persona, por muy estúpida, insulsa o inmadura que sea (no es que yo sea la creme de la creme), ya que te pueden ayudar a hacerte mejor persona, y sacar lo mejor de uno mismo. Encerrarse dentro de tu solitaria caverna hace mucho daño. Mis aficiones son la música, el cine, leer y, por desgracia, el ordenador. De las cuatro aficiones que he mencionado antes, la que más me gusta y la que menos practico es la de leer. Es muy difícil que me enganche un libro, tiene que ser, a mi manera de verlo, perfecto y todo el mundo sabe que la perfección no existe.

Siendo ahora ya sincero, prefiero verlo así y no pensar que no leo porque tengo una terrible falta de concentración. Esto de las hormonas se me está yendo de las manos. Me cago cien millones de veces en la puta adolescencia. Es lo que más odio en esta vida. Te hace pasar, en dos segundos, de comerte el mundo a ser la persona más despreciable del mundo.

Otro de mis terribles defectos es que me obsesiono con sorprendente facilidad de todo aquello que quiero, pudiendo generar grandes ilusiones y luego, finalmente, esto me puede causar una desilusión que hace que deje creer en todo lo que pienso, por muy mundano que sea. Esa sensación es, sinceramente, una puta mierda. Me puedo caer dos millones de veces pero, tenerlo claro, me pienso levantar con la cabeza bien alta las veces que haga falta porque creo que lo nos mueve es el amor. Y siempre hay algo por lo que querer, por lo que vivir.

Ahora son las 1:41 de la mañana, ni me había hecho una idea de lo que cuesta escribir…